Outsider

No es una obra para todos.
Es para quienes alguna vez se sintieron fuera de lugar.
Para los que caminan con cicatrices invisibles y una furia silenciada por la injusticia social.
Un actor de reparto eterno, marginado por la vida, decide tomar las riendas de su vida y de la forma más cruda posible.

Esto no es una función más.
Es una declaración de guerra:
Contra el teatro complaciente.
Contra la sociedad que descarta.
Contra todo lo que duele y nadie se anima a mirar.

OUTSIDER rompe los límites entre actor y personaje, realidad y ficción.
Un grito visceral contra la indiferencia.
Entre confesiones punzantes y una puesta que atraviesa la cuarta pared, esta obra no busca entretener: busca cómplices.

Dicen que cada generación tiene su obra incómoda, su grito de rebeldía, su manifiesto.
Esta podría ser la tuya.