Los negadores de la muerte detentan el poder apoyados en una población asfixiada por el peso que genera la negación constante de algo tan evidente: la muerte. Todos los recursos que tienen a su alcance como miembros del poder son utilizados para reafirmar y expandir la idea de que la muerte no existe. El último recurso utilizado al respecto es la idea de la eternidad, hacer creer que el individuo puede ser eterno, que jamás morirá. En ese clima hostil, un grupo de valientes se organiza clandestinamente para enfrentar a los negadores. El motivo específico de esta reunión es desarticular la idea de eternidad del individuo, como un paso más en su ambicioso proyecto de liberarse de las cadenas que genera la negación y el desmesurado temor hacia la muerte.
La puesta en escena se desarrolla a partir de una actuación en donde todas las partes del cuerpo son consideradas al momento de la comunicación, sin dejar en un segundo plano el recurso de la oralidad. Desde este lugar, y en base a un vestuario y escenografía sobrios, que buscan generar un clima de oscuridad y clandestinidad, se desarrolla una historia que se desdibuja por momentos para luego volver a su carril normal. El público ocupa un lugar activo en la obra como miembros de la reunión, se fomenta su participación pero en ningún momento hay sobreexposición.
Clasificaciones: Teatro, Presencial, Adultos
