Tricotomia

Tres piezas breves se entrelazan en un solo latido escénico, guiadas por la presencia de un director que, desde el inicio, invita al espectador a sumergirse en un juego de expectativas y sensaciones. Estos directores, que son también los actores, construyen ante nuestros ojos cada espacio, cada atmósfera, y mientras levantan el escenario, abren las puertas de la imaginación.

Cada historia es un espejo fragmentado de lo cotidiano, donde el amor, el miedo, la alegría, la tristeza, las ilusiones, el compromiso y la mentira se entrecruzan como hilos de una misma trama: la vida. Una vida que se despliega en escena para conmovernos, sacudirnos y recordarnos la potencia de las emociones que habitamos.

1er Acto: NO ME MIRA

Paula cita a su marido, Raúl, en un bar cualquiera, con la urgencia de quien necesita liberar un peso que la ahoga. La soledad la atraviesa y busca ser escuchada, comprendida. Raúl acepta el encuentro sin sospechar que, tras esas palabras contenidas, se esconde un desenlace inesperado.

2er Acto: Emma y Flavio

Emma y Flavio eligen celebrar sus Bodas de Oro en un Hotel Alojamiento, un sitio al que no volvían desde hace cuatro décadas. Lo que comienza como una travesura nostálgica, una chispa de juventud recuperada, pronto se transforma en una desventura. El cuerpo, el tiempo, los años… les recuerdan, con ternura y crudeza, que nada es igual, aunque el amor aún persista entre las arrugas de la memoria.

3er Acto: LA PARADA DE AMENABAR

Roque, un hombre en situación de calle, es citado a la morgue de un hospital para reconocer el cuerpo del Gallego, su jefe, su compañero, su amigo. Lo que parece ser un simple acto de despedida se convierte en una parada inesperada, donde la muerte y la vida se entrecruzan, desnudando vínculos, memorias y secretos que aún respiran bajo el silencio de la pérdida.